viernes, 31 de agosto de 2018

Ladera abajo



Desciendes ladera abajo
por la suave pendiente 
que te va llevando, 
mientras la luna cambia 
su rostro blanco. 

Ya no hay preguntas... 

Aceptadas las respuestas 
no existe lucha 
ni batalla perdida, 
cuando el coraje decide 
que ésta... 
ya no será tu guerra. 

Y sigues pendiente abajo 
en un descenso lento. 
Como si la vida 
se tomase tiempo, 
acariciando los minutos, 
dilatando segundos, 
aplazando finales. 

Lento y suave descenso 
que de pronto se quiebra, 
y tropieza y te duele... 
Y de nuevo sosiega, 
pero sigue sin pausa. 

Y cambia la luna 
midiendo sus tiempos, 
llevando la cuenta 
que limita los tuyos.

A veces se esconde 
extinta su luz entre sombras,
y tú desciendes un poco más 
con los ojos cerrados.

Con el cuerpo roto 
y una maleta vacía,
aceptas sumisa, 
que tu luz... 
se apague con ella. 



Fotografía de: Victor Hernández Luis

2 comentarios:

  1. hola. Este hermoso poema me evoca la decepción. Decadencia.
    Es muy bonito leerte Galilea
    Un abrazo

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    1. Hola, don dumas! Un placer leer tus comentarios. Me siento muy honrada con tus palabras. Cada lector es dueño de las sensaciones que le produce la lectura de un poema. Decepción y decadencia pueden ser parte de esas sensaciones. De lo que hablo concretamente es de ese camino que se transita en la enfermedad... en el declive físico. De la aceptación valiente frente a lo inevitable.
      Muy agradecida con tu visita.

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