Frías mis manos,
seco mi aliento,
seco mi aliento,
quieto mi pecho,
mudo el latido...
Y alrededor silencio,
respeto, recelo y miedo.
Miedo a la muerte
del estático y rígido cadáver.
Diversión insaciable
que por eternidad
reclama la parca,
y en humildad
la vida le entrega.
Que la vida es pasión
limitada en el tiempo,
y la muerte soberana y eterna.
Que nacer a la vida
es tan sólo un segundo
robado a la muerte.
Vida y muerte,
honesto compañerismo
entre ellas.
Que no existiendo
la una sin la otra,
se buscan
hasta tocarse
con beso frío.
Si he muerto
tan solo he vuelto
allí,
donde siempre estuve.
Publicado en la Asociación solidaria cinco palabras:
Palabras a incluir:
Respeto - diversión - humildad - pasión - compañerismo
Causa solidaria del mes de Marzo:
"Ningún niño sin merienda"
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