Con unos trozos de carbón para los ojos, una zanahoria por nariz y unas ramas formando los brazos, sus dos amores terminaron el muñeco de nieve; y felices, canturreaban dando vueltas a su alrededor.
Aunque hacía frío, el cielo estaba despejado y el viento en calma. Respiraba paz disfrutando de la escena, hasta que percibió, que un extraño silencio, solamente roto por las voces de los niños, lo envolvía todo. Un instante después, una especie de siseo, cada vez más intenso y cercano, hizo que los niños se parasen mirando al cielo. Un misil de fuego atravesó la casa y el jardín, arrasándolo todo. Parecía el despecho de un ser del inframundo, cobrándose por ese momento de felicidad.
El río cercano se tiñó de rojo y un denso humo negro lo llenaba todo.
Alguien, en alguna parte decidió, que había comenzado el fin del mundo.
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Palabras a incluir:
Ojos - zanahoria - fuego - despecho - río
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Son maravillosos tus relatos. Y este igualmente, aún teniendo un angustioso final.
ResponderEliminarEnhorabuena
Un abrazo
¡Que alegría saber que te gustan!
ResponderEliminarMuuuchas gracias por tu lectura y comentario.