-La quimioterapia no es suficiente -le dijo su ángel de bata blanca. Por eso he inventado una palabra para ti: “MIMOMICINA”. Significa que estaré a tu lado derrochando mimos, cariño y cuidados. Seré la mano que sostenga y promueva la resiliencia necesaria para vencer el miedo. Haremos del camino un lugar en el que renacer, confiar y valorarte.
La medicina que cura acompaña siempre y te arropa el alma.
En su pecho brilló la esperanza.
“Mimomicina" más que un gotero,
un inhibidor o un anticuerpo,
es objetivo y resiliencia,
mágica palabra que cura.
Mano de seda contra el miedo,
profusión de mimos y ternura.
Es renacer acompañada
y aprender a valorarte
en cada paso hacia adelante.
Es comprensión y escucha,
presencia en los silencios
que en tu alma se disputan.
“Mimomicina" es impulso
sumándose a la ciencia
contra la tormenta de un cáncer
que osa mostrar sus dientes.
Ese abrazo que sana
tu mirada frente al espejo
cuando no te reconoces.
Mujer,
somos lucha y aliento compartido.
El aire que falta
sobre tu pecho herido.