Justo allí, en lo más profundo, existía un dragón durmiente al que un valiente guerrero, pertrechado con afilada espada, escudo y casco mantenía constantemente vigilado.
Pasaba ya media vida desde que partió del castillo en su búsqueda, montando brioso caballo de crines doradas. Ahora, debía esperar paciente a que el dragón despertase y saliera de su cueva. Tenía que estar preparado, matarlo sin mediar palabra, sin ofrecer clemencia, sin escuchar sus súplicas. Y sobre todo, evitando mirarle a los ojos. Si lo hacía no sería capaz de darle muerte. No sería capaz de acabar… con esa parte de sí mismo.
Imagen encontrada en Internet
Publicado en la Asociación Solidaria Cinco Palabras:
Palabras a incluir regaladas por:
ANTONIO RESINES
DRAGÓN - ESPADA - CASCO - CASTILLO - CABALLO
Causa Solidaria del mes de Julio:
ASOCIACIÓN VIHDA
Ese dragón que llevamos dentro, que hay que dejarlo dormir lo más posible.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz día
Así es... Muchas gracias por tu lectura, Alba.😘
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