-Por amor de Dios levántate.
-Un poco de empatía que me estalla la cabeza.
-Sal de la cama debemos irnos.
-Vale, haya paz y no grites, por favor.
-¿Sabes qué día es hoy?
-¿El día de la amistad entre perros y gatos?
-Esto no es un juego, Daniel.
-De acuerdo, cariño.
Sin ganas se levantó arrastrando los pies hasta el cuarto de baño. El espejo devolvió una imagen irreconocible: Su cara destrozada y cubierta de sangre. El terror le invadió.
-Hoy hace un año que nos asesinaron en esta misma habitación -dijo ella. Los nuevos inquilinos están en el jardín.
(… Hasta aquí 100 palabras. Publicado en la Asociación Solidaria Cinco Palabras)
Continúa…
No se había dado cuenta hasta ahora. En el pecho de ella la sangre teñía de rojo su camisón blanco. ¿Realmente estaban muertos?
-Debemos irnos -insistió ella. Una nueva familia va a ocupar la casa y están a punto de entrar.
-Quiero verles -balbuceó aturdido cruzando el dormitorio y saliendo al pasillo.
Se asomó desde la barandilla; estaban abajo en el salón.
-Parecen felices.
-Comienzan una nueva vida, tienen ilusiones igual que las tuvimos nosotros -susurró ella con tristeza.
-Y unos criminales entraron en nuestra casa, acabaron con todas esas ilusiones y ahora estamos muertos -gritó él entre lágrimas.
Dime, ¿quién lo hizo?
Ella entorno los ojos.
-¿Qué pasa? ¿no lo descubrieron? ¡¿Es eso?! -Su nerviosismo iba en aumento.
Volvió a mirar hacia abajo. Era un matrimonio joven y ella estaba embarazada. Atendían a las explicaciones del arrendador. Todo parecía estar en orden.
Reconoció al casero. Un tipo simpático, quizá demasiado simpático. Siempre le resultó un pesado.
-No nos dio tiempo a defendernos -dijo ella. A ti te golpearon con una barra de hierro en la cara. Moriste en el acto. Luego fueron a por mí. Me violaron y, después, me dispararon en el pecho. Borraron todas las pruebas y se deshicieron de nuestros cuerpos ocultándolos en los cimientos de una obra bajo toneladas de hormigón armado. Jamás nos encontrará nadie y nunca descubrirán a quienes lo hicieron.
-No puede ser que nuestro asesinato quede impune. Alguien tuvo que ver u oír algo –añadió con desesperación y buscando en los ojos de ella una respuesta. Pero los suyos estaban fijos en la escena que acontecía en el salón.
-Lo peor es que la historia se volverá a repetir. Ellos correrán nuestra misma suerte.
Él la miró horrorizado. Quiso tocar su mano imaginando todo lo que tuvo que sufrir antes de morir. Entonces se dio cuenta hacia quien dirigía su mirada. Con insistencia y con rabia seguía cada movimiento del casero.
-¡Fue él!, ¿verdad?
-Iban borrachos, el casero y su socio entraron con su propia llave. Dormíamos, no tuvimos ninguna oportunidad; ellos tampoco la tendrán. Debemos irnos, Daniel.
Entre alaridos de impotencia, él bajo hasta el salón. Quería golpear, rodear con sus manos el cuello del casero y apretar con todas sus fuerzas hasta estrangularle, pero no pudo hacerlo. No pudo ni siquiera tocarlo. Tampoco supo cómo advertir del peligro que les acechaba a los nuevos inquilinos. Era dolorosamente injusto, pero estaban muertos y no podían hacer nada.
Un mes después mientras la pareja dormía en su habitación, una llave giró dos veces dentro de la cerradura y la puerta de la casa se abrió entre las oscuras sombras de la noche.
541 palabras en total
Narración interesante, en el estilo de Cortázar.
ResponderEliminarUn abrazo y felicidades.
Uy! Qué grande me queda eso.. pero muchas gracias, Rafael.
EliminarBesicos
Muy bueno Galilea. Me has tenido en vilo. Los Otros en versión galileistica (invento la palabreja).
ResponderEliminarBesicos muchos.
Jeje buena palabreja. Mil gracias por estar ahí, Nani.
EliminarBesicos.
Excelente Galilea, he quedado impresionada y a la espera impaciente.
ResponderEliminarUn placer. Un abrazo
Muchas gracias, Carmen.
EliminarBesicos.
Un maravilloso texto nos has dejado, un corto de novela ideal para seguir investigando y que ese casero pague las consecuencias. Te felicito, me ha gustado, pero que mucho mucho. Un besazo.
ResponderEliminarFeliz si te ha gustado.
EliminarMuchas gracias, Campirela.
Besicos.
Muy buen relato, Galilea. La casa de la muerte y los muertos vivos en otra dimensión que no pueden hacer nada para avisarlos. Una historia que se vuelve a repetir, quién sabe si indefinidamente.
ResponderEliminarBesos.
Quién sabe...
EliminarMuchas gracias por tu , José Luis
Besicos.
Buen relato algo inquietante, pobres personas tantos los nuevos inquilinos como los antiguos que destino mas triste. Te mando un beso
ResponderEliminarInquietante, desgarrador. Muy bien hilado, la verdad
ResponderEliminarUn abrazo
Escalofriante relato muy bien escrito.Besicos
ResponderEliminarMil gracias, Charo.
EliminarBesicos.
Impresionante y muy bueno el relato, hay historias que se repiten..... Saludos Galilea.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu, Sandra.
EliminarBesitos para ti.
Qué buen relato, tensión, dramatismo, miedo, tengo dos dudas, ¿se ha publicado el comienzo como un relato independiente y luego se ha añadido a partir de las 100 palabras? ¿tendrá continuación? Gracias
ResponderEliminarMuchas gracias por tu lectura.
EliminarEn el juego literario de la Asociación Solidaria Cinco Palabras el escrito no puede superar las 100 palabras que es lo que he publicado ahí. Luego me apeteció seguir con la historia y quedó así como lo ves. La versión larga y completa queda para mí.
¿Continuación...? En principio se queda así. Pero no diré nunca jamás porque me puede tentar seguir... No sé, ya iré viendo.
Muchas gracias de nuevo por tu interés, Joaquín.
Besicos.
felicitaciones por tu trabajo a mi me resultaria imposible hacerlo te dejo abrazos y jazmines
ResponderEliminarMuchísimas gracias siempre por tu lectura, Mucha.
EliminarBesicos.
Hola Galilea,de nuevo por aquí ha dejarte la nueva dirección de Rodar y Volar, si no la sustituyes no podrás ver las nuevas entradas.
ResponderEliminarEs esta:
https://www.rodaryvolar.com/
Perdona la molestia.
Gracias de corazón
Muchas gracias por avisar, Carmen. Ahora, a ver si soy capaz de arreglarlo sin estropear nada. 🤦♀️😘😘😘😘
EliminarNo sabía cómo hacerlo... así que te he dejado de seguir y luego te he vuelto a dar a seguir. No sé si así ya estará bien.
EliminarAntes se gestionaba desde la herramienta del listado, pero ahora no está. El caso es que me explicaron otra manera de acceder... y ahora no lo recuerdo 🤦♀️🤦♀️🤦♀️🤦♀️🤦♀️... Qué desastre!.
Igual desde el ordenador se puede... ya veré. Es que siempre entro con la tablet.
wonderful story...
ResponderEliminarThank you for sharing