domingo, 12 de noviembre de 2017

Con un silencio en la mochila


Llevo un silencio 
arrastrado por la vida.
Hueco infame sin respuesta
que me ulceró por dentro.

Faltaron las palabras
y habló el silencio,
extendiendo un manto opaco 
de oscuridad cerrada.

Odio el tiempo dilatado
que te distancia y difumina,
por esa incógnita no resuelta
que nunca me fue revelada.

Triste melodía apagada,
muda y sorda,
que estremecida y ahogada,
calla sigilosa y desdeña la razón.

Fue amor y fue dolor.
Fue desengaño y también ceguera,
ese silencio proscrito
que hubo de ser condenado.

Condenado, penado y cautivo.
Por ser silencio cruel 
que sin cautela apagó mi ilusión,
dejando un anhelo maltrecho.

Y hubiera dado la vida
por una palabra tuya;
que hubiese despejado mis dudas,
y así, poder entender tu ausencia.

Pesada y sombría carga
que constante martillea;
pues en la eternidad del silencio 
y a traición,
siempre se golpea en el Alma.








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