La suerte no fue de cara en esa malvada ruleta. Tenso como el parche de un tambor, apostó la única ficha de mil euros que le quedaba al número dieciséis; la fecha de su nacimiento. Aquello no tenía ninguna ciencia. La bola rodaría y se pararía al azar en un número cualquiera.
“No va más” dijo la crupier, mientras la bolita giraba en sus últimas vueltas. "Quince, negro, impar y falta", anunció.
"¡Qué cerca estuvo… vivir!", pensó.
Mañana lo encontrarían sin vida en su habitación del hotel, junto a una carta, suplicando el perdón de su mujer y sus hijos.
Publicado en la Asociación Solidaria Cinco Palabras:
Palabras a incluir regaladas por:
El actor PEDRO CASABLANC
SUERTE - MALVADA - TAMBOR - CIENCIA - VIVIR
Causa Solidaria del mes de Mayo:
ASOCIACIÓN DAR VIDA
Estaba e ser que no. Cuando algo se juega a acara o cruz, negro o rojo es que no se sabe por dónde tirar, pero cuando se gasta el último cartucho en un número, entre creo que treinta y dos, es que ya se está tocando fondo, creo
ResponderEliminarBuen texto. Por un día amable y sin juegos de azar para cosas importantes
Son 36 números y súmale el cero... que es margen que juega a favor de la casa. El que se juega ahí "la vida" tarde o temprano la pierde. Lo que te juegas es precisamente eso... "tocar fondo". Debemos ser dueños de nuestras decisiones para poder afrontar sus consecuencias.
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ResponderEliminarEs una triste realidad, la ludopatía causa estragos a todos los niveles.
ResponderEliminarUn saludo.
Así es.
EliminarMuchas gracias, Né.