Gigantesco destino de los sueños rotos.
Urbe de contrastes incalificables
donde el brillo y la magia de Bollywood,
recrea en su música sus frenéticos bailes.
Y su olor... India huele a almizcle y a sándalo.
a destilado de rosas y a jazmín;
perfumes de sultanes y maharajás.
También huele a suburbio,
miseria, podredumbre, detritus y enfermedad.
Niños famélicos vagando por sus calles
entre chabolas de madera y uralita.
Barrio rojo, mercadeo de jóvenes y niñas...
secuestradas, prostituidas o vendidas;
arrancadas de su propia miseria,
se consumen en un infierno sin salida.
Y muy cerca... como si nada...
sigue sonando la música.
Bailan y bailan en un imaginario idílico,
mientras la realidad más bastarda
se empeña en desmentir el sueño.
Presentado al IV Premio de Poesía "REALISMO BASTARDO" en POÉMAME
Buen poema de una ciudad de imposibles sensaciones, de recuerdos inolvidables, por lo que se ve
ResponderEliminarUn abrazo y gracias por compartir
Muchas gracias, Alba!
EliminarEs una triste realidad. Soñamos con un mundo utópico pero ignoramos o miramos hacia el otro lado cuando nos damos cuenta de la realidad.
ResponderEliminarUn saludo.
Muchas gracias por tu comentario, Né!
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