Para un viaje sin retorno
pesa su mochila llena
de tanto dolor y sombras.
Sin un albergue en el Alma,
ni un rincón que sea amable
donde dormir esta noche
de tantos cristales rotos.
Un sueño inquieto atenaza.
Pesadilla repetida
donde los monstruos despiertan;
son gorilas enseñando
sus siempre afiladas garras.
Una siniestra aventura
vestida de polvo blanco
destronó toda esperanza.
Dama borrando el ayer
que en esos ojos brillaba
como un niño ilusionado.
Embarrados ya los pies,
no hay refugio para el hombre
que equivocó el abordaje
y ha quedado a la deriva
en un viaje hacia la muerte.
Imagen encontrada en Internet
Publicado en la Asociación Solidaria Cinco Palabras:
Palabras a incluir regaladas por:
MÓNICA DE COSSIO, VIAJERA, BLOGGER @mimochilamepesa , INFLUENCER Y COOPERANTE
VIAJE - MOCHILA - ALBERGUE - GORILAS - AVENTURA
Causa Solidaria del mes de Febrero:
Congregación Esclavas de Cristo Rey en Caracas, Venezuela.
Viaje muy triste e inevitable, triste el poema, pero muy bien logrado.
ResponderEliminarMi felicitación Galilea.
Un abrazo y feliz noche
Muchas gracias, Carmen. Siempre agradecida con tu visita.
EliminarBesicos.
Pesada mochila para tan largo viaje...
ResponderEliminarUn abrazo.
Cierto. Muchas gracias por tu lectura, Rafael.
EliminarUn viaje muy pesado y triste! Ese tipo de mochilas no deberían existir...
ResponderEliminarMe ha encantado volver a viajar a través de tus letras.
Un abrazo de buenas noches!
Muchas gracias, Ani. Besicos.
EliminarGalilea, una mochila cargando tristezas,
ResponderEliminarmuy sentido tu poema, pero muy bien hecho
a pesar de lo afligido.
Besitos dulces
Siby
Mil gracias, Siby. Me alegra que te haya gustado.
EliminarBesicos.
Un viaje triste, pero bello pasear por tus letras. Saludos amiga.
ResponderEliminarMuchas gracias, Sandra.
EliminarBesicos.
La preparación de ese viaje sin final que es la muerte, cuyo destino, en blanco, o en negro, tenemos cerca siempre.
ResponderEliminarUn abrazo
ResponderEliminarEl natural tránsito de nuestra existencia efímera como un sueño, como el grácil vuelo de los pájaros, como la realidad que nos empeñamos en olvidar, pero que sigue anclada de por vida.
Me ha encantado tu transcendental poema, donde las cinco palabras vuelven a encajar en esta aventura constante que es el discurrir de nuestra temporal existencia humana frente a la muerte y toda una interesante reflexión, que no nos debería asustar sino facilitarnos la comprensión del sentido real de nuestras vidas, que no acaba con la muerte, sino que la trascienden en su infinita eternidad.
Un beso, amiga Galilea.
Mil gracias por tu lectura y tu interesante comentario. Un placer siempre tu visita.
EliminarBesicos, Estrella.
Bello poema para describir el triste final.Besicos
ResponderEliminarMuy agradecida por tu lectura y comentario.
EliminarBesicos, Charo.
Hay mochilas que pesan demasiado...
ResponderEliminarBesos.
Así es. Muchas gracias por tu visita.
EliminarBesicos, Laura.
Tengo la sensación de haber viajado al pasado.
ResponderEliminarOjalá ponerle ruedas a la mochila, o a la vida.
Un saludo.
Ojalá!
EliminarMuchas gracias, Né.
Besicos.
Hola he llegado hasta aquí a través del blog "Espíritu sin nombre" y con tu permiso me llevo tu enlace para leerte mejor. Yo también tengo un blog de poesía, cuyo enlace encontrarás en este blog.
ResponderEliminarEspero que pueda seguir visitándote, entre tanto recibe un cordial abrazo
Bienvenida, Julia! Será un placer recibir tu visita. Iré también a tu blog a leerte.
EliminarBesicos.
No queremos preparar la mochila pero el tiempo nos fuerza a hacerlo.
ResponderEliminarAbrazos.
Mil gracias por tu lectura, Conchi.
EliminarBesicos.
Demasiadas muertes blancas
ResponderEliminardemasiadas vidas truncadas
un abrazo y buena semana
Así es, María. Demasiada gente que se quedó por el camino.
EliminarMuchas gracias por tu lectura.
Besicos.