-Querido lector: Aquí estamos frente a frente. Yo pretendiendo ser el relato que vas a leer y tú, la intriga de reconocerte entre mis líneas. Recuperaré algún sueño, despertaré emoción y también tu miedo. Sí, sobre todo, me interesan tus miedos. Tu sacrificio, oscuridades y secretos inconfesables te los pondré delante y, lo sé, llegarás a odiarme, pero somos parte indivisible de un equipo.
-Es el escritor quien elabora la estrategia, tú sólo eres producto de su invención -apostilló el lector.
-¿Invención? ¿Crees en la suerte? Yo guío la mano que escribe lo que la vida ya dictó con antelación.
100 palabras.