Mi vientre se llenó de vida,
con tu presencia se hizo grande,
y ahora que me faltas
ahora que ya no estás,
me siento vacía, perdida y sin razón.
Te has ido, has volado lejos
y no consigo alcanzarte.
Tú, lo más hermoso que he tenido
te pierdes entre mi sangre y mi penar.
Mis entrañas se abren
y escapas a mis manos sin remedio.
¿Será acaso, tal vez...
que Dios andaba escaso de Ángeles
y por eso te llevó a ti?
Imagino tu carita que nunca vi,
tus manitas y tus pies.
Quiero abrazarte y lanzo besos al aire,
todos los que no pude darte a ti.
Me soñé haciendo un arrullo
y cambiando tus pañales,
pero ahora entre mis manos
solo hay pañuelos mojados
de tristeza y de dolor.
Cuatro meses y medio de sueños
se desdibujan ante mí.
Ya todo terminó, la luz se apagó;
duerme mi niño, duerme...
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