Rostros que desfigurados
quedan rotos y sin vida,
en cuerpos ensangrentados,
vejados y contraídos
sobre tierra violentada.
Víctimas desorientadas,
por un futuro arrancado
de cuajo y a dentelladas;
destrozadas y agotadas,
sobre un miedo atenazado.
Ayudar buscando vidas
entre escombros doloridos
de familias deconstruidas.
Amigos sin despedidas,
por humo y sangre abatidos.
Niños de ojos asustados.
Sonrisas desdibujadas,
sin jugar y amedrantados.
Sin reírse y abocados
a lágrimas desoladas.
Divertirse fue un derecho
que rompieron en su infancia.
Devastación y deshecho
del fanatismo malhecho,
y aberrante intolerancia.
Pensamiento corrompido
del odio y la sinrazón.
Muerte y dolor infligido;
criminal desconocido
sin mente ni corazón.
Quintillas (Verso clásico)
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