No queriendo
dejarse
llevar por un deseo,
jugó al
despiste entre bambalinas.
Evitaba
encontrar de
frente
la tentación
de la que huía.
Fuera,
la lluvia
caía sin cesar
barriendo
deseos y quereres.
El tiempo
corría,
mientras una
caracola repetía
en un eco sin
fin,
sonidos que
resuenan,
pesares que
no mueren.
Tirado en el
arcén
quedó perdido
un beso.
Huérfano de
un deseo que se ahogó,
porque no
fue.
Publicado en www.cincopalabras.com
Octubre/2016
Causa del mes: Fundación Pequeño Deseo
No hay comentarios:
Publicar un comentario