martes, 16 de mayo de 2017
Amar no era suficiente
Las paredes de amarillo chillón daban un aire estrafalario a la estancia.
La mujer atendida por los servicios sanitarios, repetía lamentándose -¡Amar no era suficiente!- mientras se pasaba un pañuelo por la cara.
La mesa baja estaba cubierta de ajo machacado y en el suelo había un pañuelo impregnado con algún tipo de anestesia.
Desde la ventana abierta, se podía ver tirado en la calle el cuerpo inerte del hombre.
- ¿Qué ha ocurrido? -Le preguntó el subinspector
- Amar no era suficiente, quería morderme y llevarme con él al mundo de las tinieblas. Creí que el ajo le espantaría y se marcharía. También intenté anestesiarlo, pero sólo se mareó un poco. Después salió por la ventana.
- Usted le aplicó ese pañuelo y luego lo empujó. Ha sido un asesinato. ¿Es eso?
- Nooo! Se fue volando como hace siempre. Pero volverá y querrá morderme.
- Su marido está muerto en la calle.
- ¡Imposible! ¿Le han clavado una estaca en el corazón?
El subinspector suspirando se paso la mano por la calva.
- ¡El muerto se ha ido! - Apareció gritando un policía
- ¡¿Qué?!
- ¡No se lo va a creer! Un compañero lo vio levantarse, se le acercó y le dijo: “¡Mujeres!... no hay quien las entienda”. Después dio dos pasos y convertido en un murciélago se fue volando.
- ¡Se lo dije! - Gritó la mujer. - Ahora se tirará toda la noche mordiendo cuellos y volverá al amanecer. ¡¡¡Ve usted lo que tengo que aguantar!!!
Publicado en www.cincopalabras.com
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