Sentí cómo las mareas del miedo
arrasaban mis diques sin mesura.
Homérico drama que en mí perdura;
caterva cerval por la que yo cedo.
Dulce fagot que con sonido quedo
aplaca mis temores con ternura.
Melodiosa copia de una voz pura;
sosiego que por fusión me concedo.
Chisporroteo que inyecta y alienta.
Ansiado soplo que inspira y genera,
aliento necesario y entregado.
Refugio que la belleza fomenta,
como Morandi y su pintura austera,
de objetos y silencio deseado.
Publicado en:
hermoso refugio.Hermoso poema. Enhorabuena.
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