Espíritus derrotados en amarga desazón.
¿Por qué torturáis mi Alma?
Escapad de mis entrañas y descubrid vuestros complejos.
¿Por qué disfrutáis con mis lamentos?
Me dan náuseas vuestros cuerpos,
pierdo el sentido en el hedor de vuestro aliento.
Dejadme emerger de mis cenizas,
no anuléis mis fuerzas, no me hagáis enloquecer.
Permitid por esta vez, que el sueño una realidad sea
y marchad lejos de aquí.
No dejéis una huella, ni siquiera un solo rastro.
Quiero volar con el viento, quiero cantar con el pájaro
Y vivir mi vida entera, sin hallar en mi interior,
más espíritus derrotados.
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